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6 de mayo de 2012

SitumediceSVEN-lodejotodo.



De sueños, belgas y otras historias.
El se hacía llamar el niño basura.
Y yo estaba locamente enamorada de él.
No me digan por qué,
pero su energía me transportaba a una película de cine mudo.
Y la verdad es que sentido tenía,
 porque nuestro sistema de comunicación se basaba en miradas y sonrisas.
Pero tampoco me digan por qué, que si le pienso me sale en blanco y negro,
y no precisamente porque este niño estuviera a falta de luz.
Sino más bien , todo lo contrario.
El día de la despedida no pude resistirme, 
le robé la almohada y la camisa de rayas con la que él dormia.
No pude soportar tanto dolor.
Se quedó a la espera Formentera.
Algún día, tal vez, quién sabe, puede ser...
El caso es que otras mujeres parecían estar haciendo lo mismo.
Mientras recogíamos las maletas, también le sorprendí a ella.
Así que me acerqué y le dije,- mira, algo tenemos en común-.
Quizás , él llegara a su casa con su maleta vacía,
o tal vez no, quién sabe.
También era conocido como el niño de la casa.
Es vedrá. me volvía loca. Cierto es. 
Tanto que tuve que marcharme a Bélgica en busca de una segunda despedida,
 por si aquello no me había quedado claro.
Y así fue, 
así le despedí por segunda vez,
 con uno de los besos de mejilla mas dulce
y doloroso que yo pude sentir nunca.
Ahora deseo no tener que despedirme por tercera vez, 
es más, no tener que despedirme nunca más de nadie.
Por aquello del abandono.
Si los astros se manifiestan y nos vuelven a juntar,
espero tener la fuerza suficiente,
 para no caerme desmayada con un tembleque incontrolado, 
típico de un encuentro casual con un dulce belga, 
Mas que nada y como conclusión,
por no pensar en aquello de
-situmediceSVeN-lodejotodo-

PD: El niño creció y creció y sus sueños cumplió.
Ahora es un dulce clown belga al completo.
Le adoro.

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