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1 de abril de 2012

Verde esperanza...



De sueños, inauguraciones y otras historias.
Y sin saber cómo terminé en un escaparate no cualquiera,
en el escaparate de arte de la calle La Palma.
La dependienta amablemente me ofreció una pequeña banqueta,
como no, acorde a mi tamaño.
Y allí, como si del barrio rojo de Amsterdam se tratara,
comencé a rebuscar entre las láminas de - 1 euro-.
Encontré dos, y ahora después de una semana intensa,
empiezo a decorar esta mágica buhardilla.
Hay muchos recuerdos aquí.
Entre ellos está él. Y ella.
Por fin estoy al lado de mi febril sirena.
Ven??? Todo llega.
Aunque sea temporal, me encanta estar a cinco minutos de su lago.
Ella vive en la calle Palma, y ellos y el del famoso violín también.
Hay mucha gente conocida en la gran ciudad.
Quizás lleve aquí toda una vida.
Tal vez, quién sabe, puede ser.
Me siento arropada.
Ayer mi dulce sirena se me presentó con una rica tarta de chocolate,
una corona de princesa y varios globos de colores.
Ella es hermosa y obi oba, cada día yo la quiero más.
Hoy estoy tranquila,
estoy a la espera,
tengo mi primer invitado,
viene de Viena.
Hace mucho que no nos vemos.
Estuvimos los dos muy cerca de la muerte,
por una locura de acantilado en la isla mágica.
Típico en la isla.
Hoy prometo no volver a hacerlo.
Y así, segundo a segundo,
minuto a minuto,
el contador marca,
y la vida pasa,
pasa la pasa,
y mientras esperamos que todo vuelva a su cauce,
vamos dando vida a esta buhardilla,
llenándola de ilusiones, sueños.
Llenándola de vida y sobre todo,
y en estos tiempos y sucesos que nos acontecen.
LLenándola de verde esperanza.

Texto: Nadia del Arte

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