No me callo.

De sueños, palabras y otras historias.

Hubo tiempos y lugares de bloqueo.

Pudo ser, tal vez, por ejemplo Eslovaquia.

Once ese, ese once.

Oscuros bosques, insectos de colores, ríos corrientes.

Tuvimos que suspender la función.

No podía articular palabra alguna.

Sólo me levanté de la cama,

para ver aquella terrible película de ciencia ficción.

Las gemelas se caían, y yo estaba cayendo con ellas.

No entendí nada.

Años más tarde,

 tal día como hoy,

voy encajando las piezas,

y entendiendo un poco más,

aunque no demasiado.

A veces en la vida hay que tomar las riendas fuertemente

 y sacar toda la fuerza que uno puede tener ante las adversidades. 

No se trata de romanticismos en la colina,

 ni de creaciones, ni de películas, 

se trata de situaciones que no se quieren ver en un pasado

 y que un día cualquiera como hoy,

 se te presentan como una explosiòn de gas, 

como una guerra.

Otra guerra.

 Creo que me ha tocado el papel fuerte para salvar a la flota. 

A mí, y a ella, dulce niña.

Otra en tu lugar ya hubiera escapado.

Aunque temblemos,

aunque el miedo exista.

Gracias por ser fuerte.

Hoy no me callo.

Texto: Nadia Del Arte.