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31 de diciembre de 2011

Quijotadas...






“Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca".

De sueños, quijotes y otras historias.

Capicúas


Presiento suerte...
o si lo desean "mucha mierda",
para este año que llega.
-Nadia Del Arte se hace espectáculo-
De sueños, capicúas y otras historias.

Guell come...


De sueños, guell comes y otras historias.

Reloj no pares las horas...



De sueños, años nuevos y otras historias.
Quedan 9 horas para el año nuevo.
Y tantas cosas por hacer y deshacer...
Reloj, no pares las horas...

Texto: Nadia Del Arte.
Fotografia: Nadia Del Arte.

Vuelve aNónimo


Ya no sé si voy o vengo, si vienes o voy.
Ya no sé quién soy, aunque a veces lo sepa.
Ya no sé quién eres y si eres realmente tú.
En ocasiones, aNónimo me escribe.
Tal vez le sienta cerca,
o quizás no...
Del mismo modo le abrazo.
Por si quizás sea, por si sólo tu sabes, sólo tú seas...
Sólo tú...
De sueños, aNónimos y otras historias.

Texto: Nadia Del Arte.
Fotografía: Alberto Estoico.

Amalgama.



De sueños, amalgamas y otras historias.
Al final, uno se da cuenta de que eres una mezcla de la gente que te encuentras, los personajes que interpretas, las angustias que te ahogan y los soles que te alegran.
De que esto también pasa. Y de que todo es por algo, supongo, tal vez quizás...
Año nuevo, vida nueva, tal vez quizás... quién sabe.


Texto: Nadia Del Arte.
Fotografía: Alberto Estoico.

21 de diciembre de 2011

En mi paso.


De sueños, viajes y otras historias.
En mi paso por Valencia aprendí que las fallas existen, las naranjas pueden ser bordes y los polvos amables.
Que hubo un tiempo en el que tenía limones para hacer limon.hada.
Que estoy más perdida que un burro en la puerta de un garaje, y que en cada vuelta tengo una canción.
Que me cago en el amor y en hoteles perdidos del Valle del Nilo, porque alguna vez yo estuve allí y hoy estoy aquí. Que el ayer ya no existe, y el ahora es ahora, en un momento, en un instante. Y ya lo es todo. Y después de todo, todo ha sido nadia.
Que la verdad está debajo de mis pies y no debo ir a buscarla a la montaña.
Y que en este preciso instante, en este camino de vuelta, no sé quién soy, ni lo que pretendo.

Texto: Nadia Del Arte.
Fotografía: Nadia Del Arte por el mundo.

18 de diciembre de 2011

Dos febriles sirenas.



De sueños, sirenas y otras historias.
 
En 1987, en el maravilloso lago de una montaña palentina, nace el amor de dos febriles sirenas.
Dice la leyenda que si dos pequeñas sirenas nacidas en el mismo mes, se juntan un día cualquiera de verano, quedarán prendidas para siempre, permaneciendo hipnotizadas en un romance eterno.
Lo dice la leyenda, y lo dice bien.
Arrancando de un tajo la distancia, ambas dulcineas comienzan una historia, tal vez, quién sabe, quizás, la mayor historia de amor de nuestros tiempos.
El romance se mantiene con bellas cartas de amor y algún que otro paquete bomba, querido lector, quiera usted entenderlo bien.
Un año y 39 días más tarde deciden verse.
Una de las sirenas gana de repente, una mama de manos calientes, un papi barbablanca, un dulce solete y tanta felicidad de golpe, que cada vez que tenían que volver a separarse, se transportaban de nuevo a un maravilloso lago salado, o mejor dicho, y sin querer exagerar; a un mar lágrimas.
Hoy, las sirenas dulcineas, crecen tan lejos y tan cerca la una de la otra, que no conciben sus vidas separadas.
Juntas andan recorriendo caminos, rodeadas de naranjitos, de números cinco, de gatos blancos y negros, de videos escondidos, de retratos de nariz roja y de tantas, tantas palabras que no pueden definir todo esto… que es tan bonito y tan bello, que es la vida contigo, mi dulce sirena.

Volveremos a encontrarnos.


Volveremos a encontrarnos en algun resquicio
 que habite en nuestra memoria.
En algún sueño olvidado de una estación de tren.
En alguna cama desgastada de sábanas olorosas.
En alguna ciudad perdida o tal vez quizás, 
quién sabe, en alguna canción.
Volveremos a encontrarnos.

De sueños, recuerdos y otras historias.
Fotografía: Raúl Gago.

Paraíso.


Me rodeo de paraísos perdidos,
donde en ocasiones me voy a meditar.
Las verdades, en ocasiones, duelen.
Cada cual que medite sus fantasmas.
Este rinconcito se llama libertad,
sin necesidad de dañar a nadie o a nadia.
Si me quieres aquí estoy, sino...busca tu propio camino.
De sueños, VERDADES y otras historias.

Texto: Nadia Del Arte.
Fotografía: Raúl Gago.